Tipos de pruebas
La Metodología Usuario detalla varios tipos de pruebas que se complementan entre sí para optimizar la experiencia del usuario en productos tecnológicos nuevos y existentes. Estas pruebas ayudan a reducir posibles puntos ciegos y garantizar que el producto satisfaga las necesidades de los usuarios.
Los tipos de pruebas incluyen:
- Pruebas de usabilidad para nuevas funcionalidades: Verifican que los usuarios puedan descubrir cómo usar realmente un producto.
- Pruebas de valor para nuevas funcionalidades: Determinan cuánto valoran y desean usar los usuarios un producto.
- Pruebas exploratorias: Se centran en el descubrimiento, la investigación y el aprendizaje al probar un producto sobre la marcha.
- Análisis de sesiones de usuario: Permiten observar cómo los usuarios reales utilizan un producto, como si se estuviera mirando por encima del hombro.
- Pruebas de valor periódicas: Se realizan periódicamente en las interacciones principales y los embudos de cada producto para asegurar que estén optimizados.
- Pruebas de regresión manuales: Verifican que un producto siga funcionando correctamente incluso después de ser modificado.
- Encuestas de NPS: Miden la disposición de los clientes para recomendar los productos o servicios de una empresa a otros.
- Pruebas de accesibilidad: Aseguran que la aplicación que se está probando sea utilizable por personas con discapacidades.
Es importante tener en cuenta que estas pruebas no incluyen las realizadas por desarrolladores de software e ingenieros de automatización de pruebas, como pruebas automatizadas, de compatibilidad entre navegadores, regresión, vulnerabilidad y rendimiento, entre otras.
Al realizar estas pruebas de manera regular y consistente, podrás obtener una comprensión profunda de cómo los usuarios interactúan con tu producto y identificar áreas de mejora. Esto te permitirá tomar decisiones informadas y priorizar los esfuerzos de desarrollo para optimizar la experiencia del usuario.